La ansiedad es uno de los males más extendidos entre la población mundial. Sus síntomas son fácilmente reconocibles por muchos de nosotros: malestar, falta de concentración, nerviosismo, insomnio, presión en el pecho, dolor de cabeza, mal humor, miedo…

Situaciones excepcionales como la actual actúan como un desencadenante de la ansiedad. Algunos de los factores que más favorecen la ansiedad son los siguientes:
- La incertidumbre y la desconfianza en el futuro
- Las dificultades económicas
- La sensación de aislamiento y estar alejado de nuestros seres queridos
- El exceso o la falta de trabajo
Una de las principales formas en las que reducimos la ansiedad es cuidando de nuestro estado físico. Hacer algo de ejercicio es fundamental. ¿Y la alimentación? Tiene mucha más relevancia de lo que imaginas.

Es muy posible que estos días estés llenando la cesta de la compra de alimentos que están empeorando tu ansiedad. Y te sorprenderá saber que hay algunos alimentos que, por el contrario, pueden ayudarte.